¿Qué es la salud integral y en qué consiste?
Generar un entorno equilibrado entre los estados de bienestar físico, mental, emocional y social es lo que se conoce como salud integral, como lo define la Organización Mundial de la Salud (OMS), no solo es la ausencia de enfermedades o condiciones incapacitantes.
Por esto, hablar de salud pública también es fundamental en una realidad de constante cambio, malos hábitos, fenómenos sociales, entre otros aspectos que afectan la calidad de vida. Se ha vuelto imperante mantener una buena salud integral.
Es importante contar con un modelo constante integrado de servicios de salud pública, con profesionales de diversas áreas de salud, por ejemplo, nutrición infantil, epidemiología, desarrollo psicomotor, acondicionamiento físico, entre otras.
Elementos de la salud integral
La salud y la tecnología
Los avances tecnológicos han influido en aspectos importantes de la salud como el diagnóstico, el tratamiento de enfermedades y la epidemiología.
La información ahora es más fácil de encontrar y es más sencillo hacer campañas para fomentar la salud integral. Sin embargo, la tecnología también ha sido la causante de ciertos padecimientos relacionados con temas biológicos y psicológicos. Un ejemplo de esto es la ansiedad ocasionada por el aislamiento o el estrés social de los medios, en temas biológicos el uso de pantallas y falta de ejercicio físico va degradando la salud.
3 prácticas básicas para lograr una salud integral
Lograr un bienestar integral es un trabajo que le concierne a toda la sociedad y a las instituciones gubernamentales, sin embargo, cada persona podemos hacer algo por nuestra salud. Existen programas de educación virtual en temas de salud que suman conocimiento de valor tanto para profesionales.
Estas son unas opciones ideales de algunas áreas de salud, que podemos poner en marcha:
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Seguir una dieta saludable
Alimentarnos de forma adecuada tiene un gran impacto en nuestra salud, mantener nuestro peso y nuestra nutrición reduce el riesgo de enfermedades. Asiste con un especialista en nutrición para que te indique la dieta que mejor queda con tu estilo de vida, tu condición física y tus objetivos personales. -
Hacer deporte
Realizar ejercicio está al alcance de todos, podemos practicar una actividad física moderada, por ejemplo, caminar durante 30 minutos o bien podemos elegir un deporte con entrenamientos definidos. Lo que nunca hay que olvidar es escuchar nuestro cuerpo y no forzarlo. -
Practicar meditación
El estrés está asociado a un estilo de vida menos saludable, es importante cuidar tanto a la mente como al cuerpo. Dedicar unos minutos al día a la meditación y enfocarse en la respiración ayuda a despejar la mente, este recurso ayuda al cuerpo a liberarlo de sensaciones negativas.
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